lunes, 17 de agosto de 2009

Realizacion

Materiales:
· Una pila de petaca de 4,5 voltios
· Medio metro de cable eléctrico común
· Tijeras
· Dos pinzas metálicas de tipo cocodrilo
· Cerillas
· Bicarbonato sódico
· Dos tubos de ensayo de unos quince centímetros de largo y dos de diámetro aproximadamente
· Un vaso ancho de cristal, de cerámica o de plástico lleno de agua
Coste económico
Entre 60 y 80 lempiras.
Normas de seguridad:
Aunque la cantidad de hidrógeno y oxígeno liberados durante el experimento será demasiado reducida como para entrañar riesgos, conviene tener en cuenta que el hidrógeno es inflamable, y que el oxígeno alimenta la combustión, por lo que al contacto con una llama se puede producir un fogonazo.

Procedimiento
El bicarbonato sódico servirá para potenciar el proceso de separación del hidrógeno y el oxígeno. La eficiencia del proceso podría ser mayor aún si empleásemos determinadas sustancias en vez del bicarbonato, pero éstas resultan estar también entre las más peligrosas, como por ejemplo el ácido sulfúrico. Añadiremos pues un par de cucharaditas de bicarbonato sódico al agua del vaso y la removeremos hasta que el producto se disuelva en ella.
PASOS A SEGUIR:
1 - En un vaso de agua debemos introducir los dos tubos de ensayo, que han de estar boca abajo y completamente llenos de agua, de modo que no quede ninguna burbuja de aire en su interior. Para conseguirlo, podemos llenarlos boca arriba hasta que el agua se derrame y entonces tapar su boca fuertemente con un dedo mientras les damos la vuelta y los sumergimos en el vaso. También podemos sumergir el vaso y los tubos en un cubo de agua y una vez expulsadas todas las burbujas de aire, ubicar los tubos en el vaso del modo descrito y sacar fuera el conjunto. En cualquier caso, es importante que no queden burbujas de aire dentro de los tubos.
2 - Con unas tijeras cortamos dos trozos de cable y pelamos sus extremos. Atornillamos un cocodrilo a un extremo del primer cable. Repetimos la operación con el otro cocodrilo y el segundo cable.
3 - Después introducimos el extremo libre de uno de los cables dentro de uno de los tubos de ensayo, aproximadamente a media altura. Disponemos de igual modo el segundo cable con el segundo tubo.

4 –Una vez tenemos cada cable insertado dentro de su correspondiente tubo, fijamos los extremos provistos de cocodrilos en las lengüetas de la pila. Tenemos así un cable que enlaza el terminal positivo con un tubo, y otro que enlaza el negativo con el otro tubo.

RESULTADO El cable positivo liberará oxígeno en su tubo, mientras que el negativo liberará hidrógeno en el suyo. Nos daremos cuenta al ver subir diminutas burbujas en cada tubo, especialmente el del hidrógeno. Llegará un momento en que será visible con toda claridad que el nivel del agua en el techo de cada tubo ya no llega hasta el límite, sino que ha descendido, desplazado por la presencia de gas que se ha acumulado allí.
El tiempo necesario para obtener resultados apreciables a simple vista puede variar en función de diversos parámetros, entre ellos el voltaje de la pila. Una hora suele ser un tiempo mínimo razonable de espera. Si queremos acelerar el proceso, podemos conectar varias pilas de petaca en serie, de modo que el voltaje del conjunto sea la suma de los de todas las pilas enlazadas.
Cuando demos por terminado el experimento, podemos realizar una comprobación final. Tirando una cerilla encendida dentro del tubo del hidrógeno en el instante en que lo saquemos del agua y comencemos a ponerlo boca arriba, escucharemos un diminuto estampido.
Si hacemos lo mismo con el del oxígeno pero con una cerilla recién apagada, veremos como de repente resplandece. Para manejar cada tubo del mejor modo, conviene recordar que el hidrógeno es 14 veces más ligero que el aire, y que el oxígeno es un diez por ciento más pesado que el aire.

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